El autobús del pueblo a la quinta estación es muy malo, dura casi una hora y la mayoría de la gente debe ir de pie. Además al llegar unos informadores nos indicaron que era obligatorio llevar otro pantalon para la lluvia y eso que ese día no había previsión, nos mandó a una tienda y allí hubo que soltar otros 1850 yenes para comprar el dichoso pantalón que nunca más nos volvieron a pedir, me parece una tomadura de pelo. Muy mal.